Viña del Mar - Valparaiso
VIÑA DEL MAR Y VALPARAISO
A sólo 120 km. de Santiago, en una costa rocosa de belleza única y frente al Océano Pacífico se encuentran Viña del Mar y Valparaíso. El trayecto desde Santiago pasa por el Valle de Curacaví, salpicado de campos con grandes viñedos y coloridas tiendas de venta de frutas frescas, prosiguiendo por el Valle de Casablanca, que muestra a los visitantes sus ordenas vides decorando laderas y llanuras. Entrada a Valparaíso, primer puerto de Chile declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, construido sobre cerros en la costa de una agitada bahía. La verdadera belleza de Valparaíso la constituyen los cerros que dividen la ciudad en dos niveles con sus características y pintorescas calles, callejuelas y pasajes. Tradicional es el uso de los ascensores para unir los dos niveles de la ciudad. La visita continúa pasando por el tradicional “reloj de flores” hacia la ciudad de Viña del Mar, conocida como la "ciudad jardín", debido a sus hermosos parques, original estilo arquitectónico suburbano, hermosas playas y avenidas costeras salpicadas de modernos edificios, hoteles, el Casino Municipal, restaurantes y cafés al aire libre. Medio escondido entre colinas y con sus espléndidos jardines se encuentra la “Quinta Vergara”, uno de los principales atractivos de Viña del Mar. Vale la pena una detención para fotografías de un moai de Isla de Pascua ubicado en los jardines del Museo Fonck. Si el tiempo lo permite, continuación por un camino costero de gran belleza, siempre con vistas sobre el inquieto Pacífico y en la distancia el colorido puerto de Valparaíso, para llegar al exclusivo balneario de Reñaca, (8km), y Concón, (8,4 km), epicentros de vacaciones durante el verano (diciembre/febrero).
VISITA AL LITORAL DESDE VIÑA DEL MAR A ZAPALLAR
Salida desde el hotel, por un camino costero de gran belleza, siempre con vistas sobre el inquieto Pacífico y en la distancia, el puerto de Valparaíso. Llegada al exclusivo balneario de Reñaca, (8km), epicentro de la diversión veraniega, mientras el paisaje se estrecha por un serpenteante camino entre el mar y la montaña, para llegar a Concón, (8,4km), situado en una meseta reconocida por la diversidad de restaurantes ubicados en el borde costero, sus playas que se extienden por toda la costa, (Playa Amarilla y Playa Negra), además de concentrar gran presencia de santuarios naturales, como son las Dunas de Concón. Detención en la Roca Oceánica, (25 metros de altura, declarada Monumento Nacional en la categoría de Santuario de la Naturaleza), para contemplar el océano mientras el sol se esconde en el horizonte desde los requeríos que la circundan y que son utilizados por lobos marinos y pingüinos de Humboldt, como sitio de descanso entre los vuelos que realizan para alimentarse. El paseo continúa pasando por la bahía de Quintero, (25km), caleta Las Ventanas y Horcón, rodeada de altas, cerradas y boscosas laderas, para posteriormente llegar a Maitencillo, (32,5km), pintoresco balneario con una bellísima costanera a ras del agua y sus hermosas casas a los pies de un acantilado arenoso que llega al mar. Maitencillo es importante para la práctica de deportes extremos como el surf, (Playa El Abanico), o parapente, (Playa Aguas Blancas) y su colorida feria artesanal. La próxima parada será en Cachagua, (12km), exclusivo balneario sobre un suave faldeo que llega al mar, con un estilo más bien informal expresado en sus bellas casas construidas con troncos y sus calles sin trazado ni veredas. Su mayor atractivo es una extensa playa de fina arena y grandes olas para la práctica del surf. A sólo 4km de distancia se encuentra Zapallar, en una pequeña y cerrada ensenada, rodeada de abruptos cerros, grandes árboles, bellas casonas y hermosos jardines. Tiene una protegida playa de arena blanca, donde se centra toda la actividad veraniega.
ISLA NEGRA – CASA Y MUSEO DE PABLO NERUDA
Salida desde su hotel en Santiago en trayecto hacia la costa del Pacífico, pasando por el pintoresco Puerto de San Antonio (1790) y el tradicional balneario de Cartagena, declarado Monumento Nacional en la categoría de Área Tradicional en 1999, antes de llegar a Isla Negra para realizar una visita a la casa de Pablo Neruda, poeta y escritor, Premio Nobel de literatura en 1971. La historia del museo comienza en el año 1937 cuando Pablo Neruda regresa a Chile desde Europa. El sitio, originalmente denominado Las Gaviotas, fue retitulado Isla Negra del poeta, probablemente debido al color de las rocas de caprichosas formas que la rodean y tal vez porque Neruda necesitaba este aislamiento para crear y escribir sus famosos poemas. Neruda, amante devoto de la mar, construyó esta casa que asemeja a un barco con techos bajos, relucientes pisos de madera y estrechos pasillos. Un coleccionista apasionado, cada habitación tiene una colección diferente de botellas, mascarones de proa, mapas, barcos en botellas y una impresionante selección de conchas, las cuales están en su salón "Bajo el mar". Neruda muere el 23 de diciembre de 1973 pero sólo vuelve a Isla Negra en diciembre de 1992 cuando sus restos fueron trasladados para yacer al lado de su esposa Matilde Urrutia.
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